“Berlinale” una Película Venezolana Gana el Premio OCIC

En la “Berlinale” una Película Venezolana Gana el Premio OCIC

“Tiznao” fue galardonada con el premio especial de la Organisation Catholique International du Cinema et de l’Audiovisuel en el 34 Festival Internacional de Cine de Berlín.

BERLIN (Occidental) (INP). “Tiznao”, una película venezolana sobre un pueblo que está siendo amenazado por la construcción de un embalse, ha sido galardonada con un premio especial de la Organisation Catholique International du Cinema et de l’Audiovisuel (OCIC) en el 34° Festival Internacional de Cine de Berlín, que acaba de concluir aquí.

Dominique Cassuto de Bonet, quien dirigió la película junto con su marido, Salvador Bonet, recibió el premio de manos del presidente del jurado de la OCIC, en una ceremonia de concesión de premios que tuvo lugar en el Cine-Centre del festival fílmico.

“A un pobre pueblo, cuya existencia es amenazada por la construcción de un embalse gigantesco, se le da la oportunidad de contar el drama de su situación desesperada”, dijo el jurado en su informe. “La película ilustra la importancia de la solidaridad para esta comunidad en su lucha por la identidad, que ha sido puesta en peligro por el ‘progreso’ “, añadió.

Los noventa minutos del filme, que tuvo tres proyecciones en el Foro Internacional del Cine Joven, la sección dedicada a filmes no comerciales y cinematográficamente innovadores, obtuvo una gran valoración por parte de los críticos cinematográficos y de los espectadores. El interés popular en el filme estuvo ampliamente demostrado por la participación activa en discusiones sobre la película con los Bonet, después de cada proyección. “Es un filme que se parece más a un sueño donde confluyen sentimientos y una atmósfera sombría”, escribió un crítico de cine en el periódico del festival fílmico. “Un filme que realmente fascina sin ningún esfuerzo”.

“Tiznao”, el primer filme de largometraje de los Bonet, es algo que se sale de lo corriente en la cinematografía venezolana que, en general, ha estado dominada por el sexo y la violencia, expresó otro crítico. Dominique y Salvador Bonet han retratado con gran sensibilidad la lenta muerte de un pueblo, cuyos habitantes tienen que irse porque pronto será sumergido bajo las aguas del embalse. “La película es digna de mención por su precisión documental y su poética fotografía”.

En una conferencia de prensa, Dominique Bonet explicó las intenciones que había tenido al hacer la película. “Quisimos mostrar lo que realmente había pasado en el remoto pueblo de San Francisco de Tiznados, dejando decidir a la gente si la construcción del embalse fue o no beneficiosa para ellos”.

Los Bonet insistieron en que “Tiznao” no es una película documental y la forma de la película es un crecimiento natural de una experiencia que duró varios años. Ellos quisieron mostrar que “frente a un mundo que desaparece, las esperanzas de la comunidad y el deseo de sobrevivir son demasiado fuertes para ser abatidos”. Ellos pasaron tres años y medio en San Francisco de Tiznados y desarrollaron una extraordinaria experiencia que está cuidadosamente documentada en el filme, con la colaboración entusiasta de los habitantes del pueblo. El director del Foro, Ulrich Gregor, describió a “Tiznao” como una “obra maestra a su modo”. Aunque “Tiznao” es un filme de 35mm como las producciones del “cine popular”, fue hecho enteramente al margen de la industria fílmica , y pone un fuerte acento en la presentación de la vida cotidiana a la manera neorrealista, dijo Ulrich Gregor en una entrevista.

A Gregor le pareció que los directores de cine como Dominique y Salvador Bonet necesitaban mucho estímulo por parte de un festival cinematográfico como la “Berlinale”, y que ésta había sido la razón por la que el Foro decidió poner énfasis en cinematografía alternativa latinoamericana en el festival cinematográfico de este año. El foro suministró a nueve directores latinoamericanos una oportunidad de reunirse y discutir sus problemas. Ellos también ofrecieron una conferencia de prensa colectiva sobre la situación del cine latinoamericano. Además de los dos directores de Venezuela, los demás provenían de la Argentina, Brasil, Chile, México y Cuba.

El señor Gregor dijo que el Foro estaba preparado para darles a los jóvenes realizadores latinoamericanos otra exposición internacional, por medio de la exhibición de sus películas en el Festival de Berlín. “Ellos necesitan reconocimiento internacional, porque de este modo serán tomados en serio por la gente y al mismo tiempo los distribuidores cinematográficos y los cana- les de televisión tendrán una motivación para proporcionarles ayuda material. Estoy seguro de que tal ayuda podrá tener lugar debido a su participación en el Festival Internacional de Cine de Berlin”.

“El Oso de Oro de Berlin”, el gran premio del festival cinematográfico, fue otorgado a la película norteamericana “Love streams” de John Cassavetes. La película argentina “No habrá más penas ni olvido”, de Héctor Olivera, recibió el premio especial del Jurado Internacional, el “Oso de Plata”.

el universal
04/06/1984